
Te cuento mi vida
Soy David, un niño pera que estudió empresariales para seguir con la empresa de papá, en su momento una de las tres más grandes de España en la fabricación de muebles de cocina. La famosa crisis del 2008 del sector inmobiliario nos llevó por delante después de casi 40 años funcionando. Me tuve que reinventar. Tanto, que acabé en Miami, montando una importadora de jamones, chorizos, quesos y demás viandas españolas para que los americanos supiesen lo que es bueno. Vendíamos a restaurantes y hoteles pero pronto despegamos gracias a la venta online. Fuimos los primeros en vender en Amazon USA productos que luego se hicieron súper populares, como el jamon ibérico, el queso manchego o el arroz de paella.
Tras unos cuantos años en Miami, mi familia y yo nos cansamos de los gringos, vendimos la empresa y nos mudamos al otro lado de la frontera. Desde Mérida, Yucatán, empecé a ayudar con mi experiencia a empresas norteamericanas que querían vender sus productos en Amazon. Me fue muy bien. Tenía mucho trabajo: los americanos molestaban poco y pagaban mucho. Pagaban porque les ofrecía resultados claro. Confiaban en mí.
A mediados del 2018, mi familia y yo nos cansamos de hacer las Américas y regresamos a España desde donde continúe trabajando para empresas americanas que lo petaban en Amazon. Era un buen trabajo pero me pasaba todo el tiempo (mucho antes de la pandemia) solo en casa, sin hablar con nadie más que mi mujer, que además también era mi compañera de curro, así que me aburría como una ostra.
Hasta que un día, el de mi cumpleaños en concreto, un cliente me habló de una web que estaba haciéndose de oro en USA enviando comida de grandes chefs y restaurantes famosos por todo el país. Decidí traer la idea a España, busqué inversores, contraté gente y.... acabé, sin saber muy bien cómo, montando un restaurante en Madrid. Pasé de no salir de casa en varios días a casi no estar nunca. El restaurante vendía, la comida gustaba, la marca era chula pero... el local, como no estaba pensado para eso inicialmente, no era el más apropiado y era difícil rentabilizarlo. Al final, decidí cerrarlo. Mientras, como por fin tenía algo de tiempo, me puse a estudiar inteligencia artificial (al principio por curiosidad pero pronto me enganchó, me parecía un campo con un potencial enorme). Empecé a ayudar gratuitamente a amigos que tenían negocios a implementar distintas soluciones y aquí sigo.
Si quieres saber cómo puedo mejorar tu negocio con la IA suscríbete a mi newsletter o mándame un mail. Me pongo en contacto contigo y buscamos soluciones. Seguro que eso que te quita el sueño ahora, me lo quitó a mí en algún momento antes. Puedo ayudarte.
¡Regalazo!
Suscríbete a la newsletter y te regalamos un vídeo de 22 min y 12 segundos explicándote paso a paso como automatizar todas tus redes sociales para siempre y con un solo click. Nunca más volveras a perder tiempo publicando en ellas y podrás dedicarte a cosas mucho más útiles.